Ha pasado mucho desde la última vez que me senté a escribir,
la razón, mmmm, falta de sucesos interesantes, exceso de trabajo, necesidad de
graduarme, en fin… Sin embargo, en lo recorrido del 2017 hubo una constante,
bastante incomoda de hecho, no había escrito sobre ella, pero, en algunas de
las publicaciones la mencionaba en ocasiones, no obstante, hoy merece brillar
con luz propia y tener su propio espacio.
Comencemos, 2017, un año difícil, la economía sufrió,
sacaron más impuestos, en la política hubo mucho escándalo, el clima parecía loco
y pese a todo esto, lo que floreció más que nunca fue el amor, haciendo
memoria, el timeline de mis redes sociales parecía catálogo de joyería viendo
tanto anillo de compromiso, con ello las despedidas de solteros, los
matrimonios con sus vestidos elaborados, su etiqueta, protocolo, la producción en
las mujeres para verse divinas y los hombres al menos decentes, los viajes de
luna de miel, el primer fin de semana en la casa propia, todo un reguero de
arequipe no apto para un diabético. Frente a todo esto, estaba yo, una soltera
de 26, muy feliz de su condición, pero, el mundo no contento con ello,
comenzaron una empresa que al día de hoy me sacó de quicio, buscarme novio.
¿A quién en sus 5 sentidos se le ocurre semejante disparate?
Yo les diré a quién, primero, la familia, este grupo de individuos los hemos
padecido todos y cada uno de los que me están leyendo, la razón, simple, a mi
edad la mayoría de nuestros parientes ya estaban casados, con hijos y algunos
con su primera hipoteca, por ende, dan de lo que tienen y enseñan de acuerdo a
sus vivencias propias. Los segundos, los compañeros de trabajo, en mi caso, soy
una de las pocas solteras, lo que trae como consecuencia las acostumbradas
preguntas posterior a colgar una llamada con un sujeto del genero opuesto,
¿estás saliendo con alguien? ¿Cómo vas con tu nuevo novio?, lo que me lleva a
concluir que uno no puede tener amigos o que todo hombre con el que uno se
relacione es un futuro prospecto. Los terceros, conocidos, son estas personas
que siendo amigos o familiares no son de nuestro cotidiano vivir y su trato es
más bien lejano, pero que, en cualquier conversación no falta la típica búsqueda
de explicación ante tu prolongada soltería. Cuarto, los amigos, de estos duele
más, porque son aquellos quienes nos conocen mejor que los anteriores y por lo
menos conocen de primera mano las razones por las cuales no deseamos o no
estamos con nadie, pese a ello, en la oportunidad menos esperada, actúan como
celestinos y te venden por catálogo de redes sociales al sujeto soltero más
cercano.
Teniendo el panorama claro, el fundamento de mi prolongada
soltería es más simple de lo que parece, ¡No me da la gana buscar un novio!,
considero que esto no se busca, así que, sí no ha llegado es porque no es el
momento para ello, o quién sabe de qué esperpento me está librando la vida, porque
mi pensamiento es, o bien enamorada o bien quedada, ya que, tengo mucho espejo
a mi alrededor de mujeres y hombres atados a personas que no los hacen felices,
por el miedo a estar solos, para estos un mensaje bien claro, cuando aprendes a
disfrutarte es cuando más disfrutas estando con los demás. No les de
miedo ser ustedes mismos, hacer cosas solos, viajar, comer en un restaurante,
salir por la ciudad, infinidad de cosas sin tener que esperar a nadie,
preocuparse por si disfruta o no el plan, llevar el propio ritmo. Tantas cosas
que deseamos hacer y no hacerlas, sólo por no tener compañía es el peor crimen
que podemos cometer contra nosotros mismos, ya que, es negarnos una relación
con nosotros, es negar conocernos, saber de verdad que nos gusta, que no, tener
nuestras propias historias, enfrentar nuestros propios miedos y quien quita
conocer a otros en ese proceso.
No digo que lo anterior sea sencillo, porque antes de
hacerlo me parecía un disparate, pero entre más lo hago, más me gusta, adoro
levantarme un fin de semana e irme a un sitio que quiera conocer, sin necesidad
de preguntar varias veces a ver quién me acompaña, hacer las cosas que quiera
sin miedo a ser tildada de ñoña o romántica, comer donde quiera, lo que quiera
y con la paciencia que requiera. Y todo esto al mundo le parece una locura, un
acto egoísta, incluso me han etiquetado de solterona, que terminaré llena de
gatos y completamente sola. Pobres, se mueren de la envidia.
Así que, para aquellos que están del otro lado, que buscan
incansablemente por unir almas gemelas, por favor, descansen, aprovechen este
2018 para lograr sus propias metas y déjennos a los solteros en paz, total
matrimonio y mortaja del cielo bajan, algún día, en algún momento, en el lugar
menos esperado nos toparemos con una persona que se acomode a todo lo que
somos, que nos de tranquilidad, que sea nuestro compañero de viaje, en fin, que
sea el indicado para nosotros; pero, mientras pasa eso que ustedes tanto añoran,
compartan la felicidad de la soltería con aquellos que todavía lo somos y si
están aburridos en su relación, termínela, lo mejor de la tusa es que usted se
conoce mejor, baja de peso, vuelve hacer cosas que no hacía y si necesita
ayuda, yo tengo master en esos temas.