Al inicio es confuso y se hace necesario leerlo más de una
vez para entenderlo, sin embargo, cuando lo logras comprender te das cuenta que
va unido al modificado refrán que dice: “Dios le da pan a los alérgicos al gluten”.
En este frio mundo que estamos, donde las relaciones son
cada vez más complicadas y amar esta escaso, puede que por nuestras cabezas
pasen infinidad pensamientos, en la mía, la más de las veces es que mate un
cura, queme un convento o simplemente necesito bañarme en ruda, a lo anterior,
las personas cercanas a mí siempre tienen la misma respuesta: “Relájese”.
Mi manera de relajarme es entregarme aquella cosa, única en
el mundo, que un día cualquiera no se levantará y me dirá que ya no me quiere,
mi carrera, puede sonar materialista, superfluo y hasta superficial, pero es
donde puedo abstraerme del mundo que me rodea, soltar a la calculadora,
controladora, independiente, fuerte y precisa mujer que soy. Amo lo que hago,
me va muy bien, pero, en definitiva, mi éxito profesional no tiene nada que ver
con el sentimental.
Entonces, cuando te toca, ¡Ay, Que dicha!, conoces a alguien,
te gusta, le gustas, simple, fluye y todo pasa solo; sin embargo, cuando no te
toca, al inicio parece que todo a va funcionar, hay fuegos artificiales, empatía,
entendimiento, química, se estornuda confeti y se vomitan arco iris, uno es la
personificación de los filtros rosas de Snapchat, no obstante, como no te toca,
ya te pusiste, te montaste, te ilusionaste y quizá te entuses, no queda más que
ver la realidad, darse cuenta que allí no fue y coger la curva.
No nos toca, por varias razones, el tipo no está
emocionalmente disponible, tiene novia, está living la vida loca o aceptémoslo,
no nos toca… Es duro reconocerlo, ya que nos llenamos de preguntas, analizamos
todas cada una de las conversaciones intentando encontrar el error, compartimos
con nuestras amigas a ver si no vimos algo, nos culpamos, los madreamos, finalmente,
luego de haber hecho el oso, haber hablado del sujeto en cuestión por algo así
como una semana o el tiempo proporcional a la relación, lo dejamos ir para
entrar en el modo: “Yo lo que necesito es un campeón y este man es un amateur”

Así las cosas, si ocurre el milagro de estar en el momento
indicado con la persona indicada, sólo queda ser muy valiente, porque una
relación es cosa seria, para conocerse, ser sinceros, empatar, se necesitan los
pantalones bien puestos, la meta bien clara y mucha paciencia. Por ahora, yo
seguiré trabajando, tengo un closet que llenar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario