Le ha pasado a usted, me ha pasado a mí y estoy casi segura
que le ha pasado a todo aquel que tiene redes sociales... El tan odiado Troll,
para quienes no identifican el término, es aquel ser humano que ante cualquier
publicación hecha realiza un comentario sea sin sentido, fin y coherencia o,
por el contrario, ataca con sevicia su opinión.
Todos entendemos que tener redes sociales tiene sus pros y
sus contras, sabemos que para expresarse en ellas es necesario tener muchos
huevos para soportar los mensajes de los demás, sin embargo, ¿Qué pasa cuando
este Troll sistemáticamente se empeñó en destruir sus publicaciones? Una de
tres, ignorar, eliminar o responder; todas plenamente válidas y pueden ser
usadas de acuerdo a la ocasión.
No obstante, existen momentos en que el Troll es alguien que
no parece serlo, esos son los más peligrosos, conforme que son personas que
vagamente tienen contacto con usted, creen conocerlo y aseguran que su
personalidad es esa y punto. Incluso lo retan al autoconocimiento, ya que, para
ellos la idea que se tiene de uno mismo está fuera de la realidad, ¡Dios mío!, llevo
conmigo misma casi 25 años, ni me conozco aun, para que un fulano venga a
decirme cómo soy, o peor a pretender plantarme su ideal de mi misma; amiguito permítame
decirle que esas confianzas no se las he otorgado, o si las tenía, sus derechos
fueron revocados, así que, calladito se ve más bonito, la embarra menos y que gracias.
Ahora, ante estos sujetos siguen aplicando las mismas tres opciones
anteriores, aunque a título personal prefiero tener el toro por los cuernos y
hacerle saber a esa persona que su comportamiento en mis redes es inapropiado,
molesto y me fastidia, ya que es imposible conocer a una persona por lo que
publica, al menos ese es mi caso, yo publico opiniones generales, prestadas,
propias, bobadas, incluso posteo con el único fin de indisponer, confundir o
porque me da la gana quejarme del calor, los trancones, los tipos tibios, la
situación actual del el país, etc.
Así que, si usted cree que me conoce por como manejo mis
redes, con todo respeto está meando fuera del tiesto, sólo comparto una parte
de mi vida y si usted con eso se va hacer una idea, pobre, porque no es ni el
10% de lo que soy.
Para aquellas personas que se interesen en conocerme, por el
amor al Divino Niño tómense el tiempo de hacerlo en persona, de forma constante
y verán que soy mucho más que una opinión en una red social, por más Millennials que seamos, eso de seres sociales
se queda corto a la hora de interactuar por redes, así que en persona siempre
será mejor que por chat.
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