lunes, 8 de agosto de 2016

El cliche por excelencia: ¡No eres tu, soy yo!




Cuantas veces no nos han salido con la misma, esta frase a más de uno ha sacado de quicio, ha querido rasgarse las vestiduras, ha dejado de dormir por las muchas dudas que genera y finalmente provoca cometer homicidio en la humanidad del emisor.
Sin embargo, hoy el panorama es diferente, ya que definitivamente no eres tú, soy yo, si yo, esta vez decidí irme por voluntad propia, cogí mis chiritos, me fui, te dejé, te abandone y no me arrepiento. ¿La razón? Una muy sencilla, mucho verbo, poca acción. 

En este constante aprender de las relaciones humanas del plano sentimental, las más de las veces es mejor aplicar aquella regla que dice: “Dame la prueba y te daré el derecho”, pero ojo, no es la “pruebita de amor” no sean mal pensados, es la prueba de que toda esa carreta que nos están diciendo, es necesario aterrizarla con hechos, acciones, detalles o cualquier pendejada que le haga a uno pisar tierra firme y creer en las bellas palabras que expresan sus dulces labios, porque nosotras podremos ser muy crédulas, pero bobas no somos y tarde o temprano se cae lo que esta suelto.

No entiendo cuál es la necesidad de fingir que se interesan en conocernos, sólo para poder decir todo aquello que queremos escuchar, son ustedes tan poco interesantes por sí mismos, que se tienen que disfrazar del hombre de los sueños de la mujer que tienen en frente, o son tan cobardes para no decir sus verdaderas intenciones. La vida es muy sencilla, me gustas, te gusto, me quieres, te quiero, etc. Algo tan simple como: “No estoy emocionalmente disponible”, ahorraría mucho empute colectivo a la hora de que se vayan, sea porque consiguieron lo que querían o porque se dieron cuenta que no era fácil.
Quien se va a quedar se queda y quien se quiere ir se va, por ende, ¿Qué necesidad hay de tener máscaras, inventar historias, volverse personas que no son? ¿Cuál es el miedo a ser ustedes mismos? ¿Así son de poco chéveres?...   
Ahora, no salgan con eso de que las locas somos nosotras, que nos empeliculamos, nos imaginamos lo que no es y siempre los hacemos quedar como los villanos, no señores, así no fue, en el momento que ustedes tengan los pantalones bien puestos, la cabeza clara y las intenciones transparentemente comunicadas, ahí si van a poder decir que nosotras, las mujeres, aun sabiendo lo que ustedes tenían para ofrecer, hicimos drama, sólo con esas condiciones cumplidas hasta yo los apoyo, diciendo que la vieja es una loca que quería subir el Himalaya en tacones. 

Definitivamente, permítannos escoger si nos acogemos a sus condiciones o simplemente nos vamos, somos seres pensantes, con capacidad de discernimiento y quien quita que en el fondo queramos lo mismo.

Por ahora, con todo el amor del mundo, no eres tú, soy yo, que quiero algo mejor.

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