Soy mujer, soy profesional, soy independiente, soy bonita, soy inteligente, soy sensible, soy divertida, soy relajada, soy yo y este yo, tiene miedo...
Miedo, sí, temor, pánico, terror, me tiemblan las piernas, se me abre un hueco en el estómago y ahí es cuando se me olvida todo lo que soy, me vuelvo pequeñita, indefensa, insegura, inmadura y hasta torpe.
La razón de mi miedo, varía, no ser lo suficientemente inteligente, no tener el mejor promedio de calificaciones, no ser la más bonita, pero el mayor miedo, es sentirme sola.
Hoy en día las mujeres debemos ser de hierro, inamovibles, insensibles y a veces hasta inhumanas, porque cualquier muestra de sensibilidad es tildada como debilidad; decir, tengo miedo a que jueguen conmigo, a que alguien se vaya, a ser engañada, todo eso nos hace complicadas, locas, cansonas y fácilmente nos convierten en material descartable.
¿Cuándo fue que ser mujer se volvió tan difícil? Nosotras nos vemos obligadas a ser las súper mujeres para ser tenidas en cuenta, a estar en competencia permanente con nosotras mismas y siempre es imposible ganar. Debemos ser las profesionales exitosas, tener tiempo para mantenernos divinas, estar a la moda, tener cultura general, llevarle el ritmo al hombre, pero yo, ya me canse.
Estoy cansada de tener que ser la mujer 10 y aun así tener miedo de no poder expresar mis emociones, estoy harta de sentirme poco valorada por una sociedad que definitivamente ni sabe lo que quiere y lo que tiene no le sirve, un mundo donde ser de piedra es la mejor opción, las emociones es mejor dejarlas en el baúl y el cuerpo siempre es presa de los instintos; cualquiera que se salga de ese paquete, será muy chévere, pero no será suficiente, así las cosas, como dice Celia Cruz: "La vida es un carnaval y es más bello vivir cantando"
Entonces, si por decir lo que pienso estaré condenada a la soledad eterna, será un precio justo por mi tranquilidad.
Estoy cansada de tener que ser la mujer 10 y aun así tener miedo de no poder expresar mis emociones, estoy harta de sentirme poco valorada por una sociedad que definitivamente ni sabe lo que quiere y lo que tiene no le sirve, un mundo donde ser de piedra es la mejor opción, las emociones es mejor dejarlas en el baúl y el cuerpo siempre es presa de los instintos; cualquiera que se salga de ese paquete, será muy chévere, pero no será suficiente, así las cosas, como dice Celia Cruz: "La vida es un carnaval y es más bello vivir cantando"
Entonces, si por decir lo que pienso estaré condenada a la soledad eterna, será un precio justo por mi tranquilidad.