Decir no es un delito que, si bien no está
consagrado en el Código Penal, si es arbitrariamente castigado por nuestra
sociedad. No quiero, no me gusta, no voy, no tengo plata, no me interesa, etc.,
estas y otras expresiones del NO, son altamente criticadas por comentarios
como, tan amargada, viata, aburrida, aguafiestas, etc.
¿Qué problema hay en decir que no? Yo
prefiero a una persona feliz por la invitación y no a una con cara de circunstancia
y con actitud de: “¿Falta mucho? ¿Me puedo ir? ¿Esto se demora?”
Así las cosas, si usted es una persona
intolerante ante la bella palabrita anteriormente mencionada, sepa y entienda
una cosa, yo veré que quiero y que no quiero hacer, iré a los sitios donde me
plazca ir, me reuniré con las personas que me dé la gana y diré todas aquellas
palabras que se me ocurran, entre ellas, diré mucho que no, porque de verdad no
me interesa caerle bien a todo el mundo, tenerlos contentos o simplemente
realizar actividades que me dan jartera por no ser criticada. Usted persona
intolerante, debería saber que yo no tengo personalidad de satélite para girar
en torno a nadie, por ende, soy libre de nutrir mi existencia con la compañía
de más personas, ya que, en ninguna parte dice que, una amistad es una camisa
de fuerza para andar cuan seres parasitarios uno al lado del otro, déjeme ser
feliz, déjeme decir que no sin hacerme sentir lo peor del mundo, déjeme ser yo.
Son tan egoístas estas personas odiadoras del
no, que se enojan al escucharlo o se victimizan, en serio, crezcan, no sólo mentalmente,
sino también su círculo social, si una persona dijo no, tenga al menos otras 3
a quien preguntar y así tendrá plan A, B o C. Ahora, si lo que necesita es a
una persona en cuestión, entienda que esta persona tiene una vida y al igual
que usted no siempre va a estar disponible, ante eso tolerancia, porque a menos
que usted se esté muriendo y necesite una transfusión de sangre que sólo tenga
esa persona, el mundo seguirá girando.
Lástima que hoy en día todavía existan
personas no entiendan que todos tenemos una vida llena de circunstancias las
cuales no nos permiten estar 24/7 disponibles, pero que el poco tiempo que
tenemos libre estamos dispuestos a compartirlo, así las cosas, mi invitación es
a relajarse, a valorar al otro con sus ocupaciones y a disfrutar del tiempo que
se pueda compartir así sea mínimo, porque no importa el qué o el dónde, sino el
quién.
No hay comentarios:
Publicar un comentario